La planta de cáñamo, domesticada hace más de 6.000 años en China, produce más de 400 compuestos orgánicos. Los dos grupos principales de moléculas con propiedades bioactivas, presentes en el cáñamo, son los terpenos y los cannabinoides. El CBD pertenece a este último grupo.

Los cannabinoides son compuestos que influyen en el sistema nervioso humano a través del sistema endocannabinoide. La planta de cáñamo contiene docenas de cannabinoides, siendo los más comunes THC, CBD y CBG. Estos se diferencian en sus estructuras químicas y sus efectos.

Se cree que el CBD tiene muchas aplicaciones terapéuticas, y también se usa a diario como suplemento nutricional para fomentar la homeostasis. Aunque el CBD es beneficioso para el bienestar general, no tiene las propiedades psicoactivas de su primo, el THC.

¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE CBD Y THC?

CBD significa cannabidiol y THC significa tetrahidrocannabinol. Ambos son cannabinoides producidos por las plantas de cáñamo y cannabis. La diferencia fundamental es que el CBD no produce colocones. Como consecuencia, el CBD es legal en la mayoría de países, mientras que el THC es ilegal. Curiosamente, el CBD tiene el potencial de limitar los efectos psicotrópicos del THC, al reducir su capacidad para unirse a los receptores cannabinoides CB1.

Qué es el CBD y en qué se diferencia al THC

Diferencias entre CBD y THC

CBD:

  • No psicoactivo: el consumidor no se coloca.
  • No se conocen efectos secundarios.
  • Contrarresta los efectos psicoactivos del THC.
  • Es legal en la mayoría de países.

THC:

  • Psicoactivo: el consumidor percibe un subidón.
  • Tiene efectos secundarios como paranoia y ansiedad.
  • Los efectos pueden provocar psicosis.
  • Es ilegal en muchos países.

¿CÓMO FUNCIONA EL CBD?

El sistema nervioso humano contiene un gran número de receptores. Los receptores son como antenas de telefonía móvil que transmiten señales. Pero, mientras las antenas móviles usan ondas electromagnéticas como señales, los receptores usan moléculas específicas para transmitir mensajes.

Uno de estos sistemas receptores es el sistema endocannabinoide. Los receptores del sistema endocannabinoide están situados en el cerebro humano y el sistema nervioso periférico (nervios y médula espinal) entre otros lugares. En el cerebro, los receptores se encuentran en regiones responsables de la percepción, la concentración, la memoria y el movimiento. Este es el motivo de que el sistema endocannabinoide esté implicado en la regulación de muchos procesos fisiológicos, como la sensación de dolor, el estado de ánimo y el apetito.

Los dos receptores predominantes del sistema endocannabinoide son el CB1 y el CB2. Estos receptores se unen a unas moléculas producidas por el cuerpo, llamadas endocannabinoides. El 2-araquidonilglicerol (2-AG) es uno de los principales endocannabinoides que se unen a los receptores CB1 y CB2. El CBD, un fitocannabinoide (derivado de las plantas), no se une a estos receptores directamente pero es capaz de imitar algunos efectos del 2-AG.

Se dice que el CBD tiene propiedades antiespasmódicas, antipsicóticas, anticonvulsivas y neuroprotectoras. También puede ayudar a aliviar el estrés cotidiano y aportar más resiliencia al sistema nervioso.

LA BIOLOGÍA Y LA QUÍMICA DEL CBD

Las plantas silvestres o cepas puras de Cannabis sativa son la fuente de una serie de compuestos, entre los que se encuentran el THC y el CBD. Del mismo modo que otras plantas domesticadas fueron seleccionadas para producir altas concentraciones de determinadas moléculas, la planta Cannabis sativa ha sido desarrollada selectivamente con distintas finalidades. Como resultado, la planta original se ha dividido en variedades diferentes, con cualidades distintas. El cáñamo ha sido desarrollado con fines industriales y para producir niveles elevados de CBD y cantidades insignificantes de THC.

El THC y CBD están estrechamente relacionados con unos compuestos vegetales llamados terpenos y terpenoides (terpenos modificados por la oxidación), como el limoneno o mentol, y con los curcuminoides presentes en la cúrcuma y semillas de mostaza. Los terpenoides son un gran grupo de moléculas orgánicas, usadas comúnmente en la cocina tradicional por sus cualidades aromáticas. También juegan un papel fundamental en los remedios herbales tradicionales.

El THC y el CBD se producen en la misma vía de biosíntesis. Dicho de otro modo, comparten la misma molécula precursora: el ácido cannabigerólico (CBGA). Cuando el precursor está disponible, una enzima (llamada CBDA sintasa) produce un enlace éter adicional, convirtiendo el CBGA en CBDA. Tras la descarboxilación, esto se transforma en CBD activo. En un proceso paralelo, la THCA sintasa convierte el CBGA en THCA, que es el precursor del THC

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